Peso | 0.08 kg |
---|---|
Dimensiones | 13.5 × 1 × 19 cm |
2003
Subtotal: $67.300
Peso | 0.08 kg |
---|---|
Dimensiones | 13.5 × 1 × 19 cm |
2003
«Un libro celebratorio. Una palabra plena de autonomía, humor, y goce no hedonista sino fruitivo, que es goce del bien propio desplegado íntegro. Stella Díaz Varín, saca las cosas de su habitualidad: rompe lugares comunes y expresiones formularias, y traza sobre la realidad oscurecida, imágenes que la alumbran. En ese trabajo solitario, en un periodo de masculinidad literaria, se prologa y epiloga, estableciendo su vigencia con sutileza y sagacidad. Tiempo, medida imaginaria —un libro breve, de peso específico, escrito hace más de seis décadas— sigue proponiéndose para hoy. Concebido desde el lado femenino nietzscheano esculpe y retalla su genealogía e historia de vida, proyectando la poesía al lugar del conocimiento y señalando un tiempo perdurable de liberación por la escritura».
Elvira Hernández
“Pompeya”, en palabras del dramaturgo, fue escrita en un período de cuatro años aproximadamente y fue estrenada el 2017. Una textura cruda, ruda, dura y violenta da sustento a las palabras de Leila, Suzuki, Beyoncé y el maricón Lucho. Sus voces son las voces de las y los excluidos, las travestis y el maricón. Un universo plagado de transas en las esquinas, en el que se vende la tele para comprar cocaína, riñas callejeras por el territorio que, al fin y al cabo, no es de nadie. Se siente en este espacio el odio entre chilenas, colombianas, ecuatorianas y peruanas; y se patentizan las muertes, muchas muertes que quedan impunes, porque tal como dice Leila, la más rabiosa de las travestis: “Los pacos no van a mover el culo. Pa’ ellos una trava desaparecía no es ni una hueá […] Somos pobres y putas, si no hacemos justicia por nuestras manos, nadie va a hacerla”.
Texto de Maritza Farías Cerpa |
2021. En La pajarera Eduardo Plaza (1982) despliega un admirable abanico narrativo para delinear Coquimbo o, más específicamente, sus recovecos y su imaginería. Un caudillo busca transformar la ciudad en un epicentro del turismo pirata y, a la vez, en un muestrario de todas las potencias del mundo; una celebración anual empuja al frenesí colectivo, pero también a charlatanes y criminales; el guitarrista de una célebre banda de cumbia elige —después de recorrer el país y el extranjero— no moverse del nido; una adictiva investigación advierte la presencia y la negación de los changos como pueblo originario de la bahía; y como telón de fondo, siempre latente y delicado, un cuadro familiar lleno de grietas, fantasmas, giros y rearmes. A medio camino entre la crónica, la novela y el mejor relato periodístico, Eduardo Plaza logra —con sutileza, precisión y un asombroso tino narrativo— una voz que sopla suave, pero, al mismo tiempo, remece mediante un humor punzante y una melancolía tan enigmática como conmovedora. Un libro híbrido, entretenidísimo, apreciable. <>.
2021. Quedarse en pana en medio del campo chileno es también enredarse en su mitología. Abrir este libro es eso: escapar de la angustia cotidiana para desprenderse hacia un mundo anacrónico, desconocido. El fundo Las Nalcas, los patrones y sus hijos, arrieros, potros chúcaros, pescadores, bandoleros y viejos que antes de partir siguen jugando al truco. Sus historias, cruzadas a través de todos los relatos, bajo el manto de una prosa líquida tan fluida como refrescante, discurren sin formas, sin predestinaciones, pero con un sentido único. Lo cierto es que la muerte, como la lluvia, siempre caerá.
2019. El oficio del periodismo acompañó prácticamente toda la obra de Marta Brunet. Como Premio Nacional de Literatura en 1961, sus novelas y cuentos han sido más difundidos que su labor de reportera, con la que pudo acercarse tanto a grandes personajes como a héroes anónimos que mantenían latente el Chile de la primera mitad del siglo XX. Este libro contiene una selección de sus textos periodísticos divididos por género y cronológicamente: desde la sección fija en el diario El Sur entre 1927 y 1930 llamada “Kaleidoscopio” hasta sus apariciones bajo seudónimo en la revista Familia y sus columnas en el diario La Hora y la revista Repertorio Americano, donde marcó una impronta política y social.