Peso | 0.145 kg |
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Dimensiones | 21 × 0.4 × 21 cm |
Publicado en 2017
Una aventura épica para chicas y los chicos. En este capítulo, Berta Cáceres le enseña a las demás (Juana Azurduy, Micaela Bastidas, María Remedios del Valle, Martina Chapanay, Bartolina Sisa y Victoria Romero) cómo combatir al monstruo de hierro que contamina los bosques y los ríos. En la primera parte de esta historia, la chamana Yaísa convocó a Juana Azurduy para formar un ejército de guerreras, todas ellas luchadoras por la libertad de los pueblos. Berta Cáceres, hondureña y guardiana de los ríos, viene a contarles a todas ellas sobre su amor por esas aguas y su defensa de la naturaleza. Y en el medio, la defensa de la tierra que unos pocos y unas pocas siguen maltratando y destruyendo.
$7.500
Peso | 0.145 kg |
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Dimensiones | 21 × 0.4 × 21 cm |
Publicado en 2017
Esta vez caminamos tras la huella de una heroína de las luchas de la liberación de América Latina. Juana Azurduy es nuestra antiprincesa del Alto Perú, o nuestra princesa guerrera, que luchó junto a su esposo Manuel Padilla, y conoció otros héroes como Belgrano y Güemes, y otras heroínas como las Amazonas, para liberar el Virreinato del Río de la Plata de las garras de España. En esta aventura, Juana y sus compañeras y compañeros muestran todas las habilidades de combate que desplegaron contra los realistas. Pero además, el libro nos habla de la doble valentía de Juana: de abandonar la comodidad del hogar para luchar una batalla donde la mujer carecía de honores. Incluso tuvo que pelear cargando su hijo recién nacido. A pesar de esto, terminaron mostrándole respeto y admiración por su coraje. Una verdadera antiprincesa que trascendió el tiempo y la historia.
Esta vez, nuestra otra princesa es la de la música alegre, la del baile liberador, y es, también, una cantante y compositora que supo lo que quería ser desde muy pequeña, aunque le costó realizar su sueño toda la vida. Fue maestra de infantil, profesora de educación física, madre joven y llegó a las bailantas para cambiar la imagen de las mujeres que cantaban cumbia. Pero la historia no terminó cuando murió la gente le empezó a pedir favorcitos y ella se los cumplía, como si fueran milagros, y así fue como se convirtió en una santa popular, de esas que ayudan al pueblo porque nacieron del pueblo mismo. Acércate a escuchar su música y te contamos su historia, sin dejar de mover los piececitos.