Peso | 0.05 kg |
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Dimensiones | 17 × 12 × 0.5 cm |
Publicado en 2016
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Daniel Odier enseñó tantrismo en varias universidades de Estados Unidos antes de crear el Centro Tantra / Chan de París, donde trasmitió las enseñanzas recibidas de la yogini Lalitâ Devî, su maestra cachemiriana. Odier nos invita a recorrer esta via mística viva, que se basa en la recuperación de una conciencia absoluta innata y se expresa en la espontaneidad del éxtasis. |
$6.800
Peso | 0.05 kg |
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Dimensiones | 17 × 12 × 0.5 cm |
Publicado en 2016
Las frases sobre la cesión de derechos de autor comúnmente pasan desapercibidas para el lector, no se leen, así la advertencia sobre la protección legal de una obra se transforma en un dato anecdótico. Sin embargo, la importancia de la declaración sobre la cesión de derechos de autor se encuentra en la perspectiva ideológica que adopta el editor (y también el autor), quien exhibe una manera de pensar la propiedad del autor: el texto. Además, en la actualidad se evidencia que la temática sobre derechos de autor no sólo se limita al copyright, sino que también a otras éticas que disputan y cuestionan la exclusividad de la cesión de derechos.
Derechos es un libro dividido en dos partes. La primera reúne las expresiones sobre la cesión de derechos de autor para dar cuenta justamente de la diversidad ideológica y, sobre todo, literaria: desde el copyright hasta el anticopyright. Por tanto, hay muestras de libros de editoriales históricas como Cruz del Sur, Zigzag, Nascimiento, Editorial del Pacífico y editoriales independientes y anarquistas contemporáneas. Además, hay frases de derechos de libros argentinos, mexicanos, españoles y brasileños. En la segunda parte de Derechos hay un epílogo que habla sobre los derechos de autor, la ley de propiedad intelectual y las nuevas maneras de pensar la cesión de derechos de autor. |
«Imagino que Jean Giono habrá plantado no pocos árboles a lo largo de su vida. Sólo quien ha cavado la tierra para acomodar una raíz o la promesa de ésta podría haber escrito la singularísima narración que es El hombre que plantaba árboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (…) Y ésa es la conclusión: estamos esperando a Elzéard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.»
José Saramago |
2021. En La pajarera Eduardo Plaza (1982) despliega un admirable abanico narrativo para delinear Coquimbo o, más específicamente, sus recovecos y su imaginería. Un caudillo busca transformar la ciudad en un epicentro del turismo pirata y, a la vez, en un muestrario de todas las potencias del mundo; una celebración anual empuja al frenesí colectivo, pero también a charlatanes y criminales; el guitarrista de una célebre banda de cumbia elige —después de recorrer el país y el extranjero— no moverse del nido; una adictiva investigación advierte la presencia y la negación de los changos como pueblo originario de la bahía; y como telón de fondo, siempre latente y delicado, un cuadro familiar lleno de grietas, fantasmas, giros y rearmes. A medio camino entre la crónica, la novela y el mejor relato periodístico, Eduardo Plaza logra —con sutileza, precisión y un asombroso tino narrativo— una voz que sopla suave, pero, al mismo tiempo, remece mediante un humor punzante y una melancolía tan enigmática como conmovedora. Un libro híbrido, entretenidísimo, apreciable. <>.
Esta vez caminamos tras la huella de una heroína de las luchas de la liberación de América Latina. Juana Azurduy es nuestra antiprincesa del Alto Perú, o nuestra princesa guerrera, que luchó junto a su esposo Manuel Padilla, y conoció otros héroes como Belgrano y Güemes, y otras heroínas como las Amazonas, para liberar el Virreinato del Río de la Plata de las garras de España. En esta aventura, Juana y sus compañeras y compañeros muestran todas las habilidades de combate que desplegaron contra los realistas. Pero además, el libro nos habla de la doble valentía de Juana: de abandonar la comodidad del hogar para luchar una batalla donde la mujer carecía de honores. Incluso tuvo que pelear cargando su hijo recién nacido. A pesar de esto, terminaron mostrándole respeto y admiración por su coraje. Una verdadera antiprincesa que trascendió el tiempo y la historia.