Peso | 0.414 kg |
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Dimensiones | 23 × 16 × 2 cm |
Publicado en 2015
He aquí a «la Mistral comadre y recadera, mujer vieja y criolla, juguetona: ese es su mal y su bien». Así mismísimo se define muy impersonal pero personalmente la propia Gabriela Mistral, revelando en recreadora frase epistolar ese «ser yo» sin miramiento alguno, a no ser su siempre ver y sentir y pensar libertariamente el mundo. Frase reveladora en su temperamento y pasión humana y que bien viene a dar testimonio de escritura en estas dispersas páginas de varia lección, perdidas u olvidadas en su tiempo tan ayer como tan hoy. Simplemente, una Gabriela Mistral sin aureola ni leyenda, en su mujerío muy listo, en su donosa manera de contar lo suyo muy suyo, en su resuelto acercamiento al prójimo-lector, en sus cotidianos vivires, mañosidades y contradicciones o en sus hallazgos, albricias y ternuras y, en fin, en la singularidad prodigiosa de sus motivadores temas, siempre urgidos de vigencia y contemporaneidad.
Sentido y espíritu en estas páginas relecturales de sorprendente, visionaria y admirativa escritura, sin otra estricta y ceñida necesidad en ella de hablar su español-elquino más legítimo y entrañable. De su mucho saudade de mundo, la «comadre y recadera» que Gabriela Mistral fue, escribirá no pocas cartas —su vivencialidad plena— y no pocos recados —su originalidad tipificadora de escritura— que conllevan el tono más suyo y más frecuente: su dejo rural en el que vivió y nos sigue buenamente viviendo: Aquí estoy si acaso me ven, / y lo mismo si no vieran. Jaime Quezada |
$17.000
Peso | 0.414 kg |
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Dimensiones | 23 × 16 × 2 cm |
Publicado en 2015
Autor: Gabriela Mistral.
Locas Mujeres de Bordelibre Ediciones se distancia de las anteriores publicaciones porque además de entregar la serie original, incorpora una selección de inéditos que logran ofrecer un panorama revelador de la continuidad y el quiebre emprendido desde Lagar I. Gabriela Mistral es una gigante que captura todos los sentidos. …arde recta y arde sin mirada aunque sea torbellino. En el acto de liberación se manifiesta la locura; (…) la conciencia descentrada le permite no vacilar en la apropiación de múltiples identidades. Toma y deja, va y viene, es una fórmula que se repite en los poemas. La identidad no puede ser definitiva, no es finalidad, es más bien una excusa para pensarse en las reelaboraciones de las múltiples y posibles gabrielas. Paula Ceballos Huerta