,

El libro de los espejismos y adoración del pez | Lina de Feria | Editorial Navaja


2021. Ya hacia la segunda parte de este poemario, Lina de Feria estampa en sujetos líricos la Adoración del Pez. Si la poesía en términos de José Lezama Lima “es un caracol nocturno en un rectángulo de agua”, aquí Lina asume la mutación del verso distendido hacia una palabra enigmática, que se apropia del símbolo del pez como su imagen. El pez refulge, aletea, nos asombra y extraña. Con la destreza de quien conoce el lenguaje y lo ensaya, compone versos ágiles, pero a la vez cargados de significados. La poeta es una mujer que cree aún en la Humanidad, cree aún en la hermandad, aunque por momentos parezca que carece de fe su voz. Lina ha leído la biblia conscientemente, puede citar con precisión el Eclesiastés y Alabello a los finados.

Alertar sobre el diluvio y transformar la letra bíblica en poesía. Así es cuando nos dice:

Aire huracanado
en los intríngulis del cometa
pero agua de Francisco
se nota nueva.
El Eclesiastés ya aborta con su savia
y somos
los hijos del pez
y la total adoración. (p.37)
En versos anteriores había dicho,
El fin es álgido.
Y ya ni hay temor
del Dios y sus Mandamientos:
triste cosa
el pez diluviando
en la bañera. (p.32)

Es difícil apartar la vista ante la imagen de ese sintagma: el pez diluviando en la bañera. Es difícil apartar la vista de la poesía de Lina una vez que se ha leído a Lina. Ella tiene sus propios términos para valorar, cree en una línea de escritura. Me vuelco hacia la odiosidad que me vuelco hacia ello con un aire de sonrisa y alegría, y de pesadumbre también. Hay momentos más negativos. Se repite de un libro a otro el estilo. El estilo: tengo que ver con el dolor, que es tristeza, y lo supedito al contenido y escribo un poema que puede pasar por derrotista, pero no: ahí está la captación del ser humano. Tomo el problema tuyo y lo hago mío, y te hago sentir que no estás sola. Por Darcy Borrero, Periodista y escritora cubana

$6.000