Peso | 0.141 kg |
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Dimensiones | 14 × 0.7 × 20.9 cm |
Publicado en 2013
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Peso | 0.141 kg |
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Dimensiones | 14 × 0.7 × 20.9 cm |
Publicado en 2013
Clarice Lispector, una antiescritora popular de Brasil que rompió las reglas literarias y abandonó una vida de princesa para volver a su tierra. Escribía cuentos, novelas y crónicas mientras sus hijos jugaban alrededor, y tenía un perro loco que comía cigarrillos.
2020. Gabriela Mistral comenzó a desarrollar su vida espiritual a muy temprana edad con la Biblia. A través de diversas lecturas, incorporó aspectos del budismo, el hinduismo y el judaísmo, además de una gran cantidad de temas ocultistas y esotéricos. Esa búsqueda mística y religiosa es uno de los aspectos más desconocidos de toda su vida y obra, pero es donde reside la sensibilidad que hay en su prosa y la fuente de inspiración de su poesía. La selección de esta antología, realizada por Diego del Pozo, reúne discursos, columnas y entrevistas en los que Mistral habla del cristianismo con sentido social, de su preocupación por el porvenir de las religiones y por el abandono de la espiritualidad. Además, contiene una segunda parte con escritos místicos provenientes de cuadernos íntimos, plagados de anotaciones en prosa, versos y poemas, que, a modo de mantras personales o aforismos espirituales, la conectaron con la belleza y su fe en la humanidad.
Este poemario nos habla sobre la muerte, sobre la posibilidad de que las palabras curen un cáncer. Si bien, el tema elegido lleva consigo un peso teórico, poético, emotivo, Jonnathan lo encara desde lo personal y lo universal con una escritura poética cuidada, muy cuidada. |
“Pompeya”, en palabras del dramaturgo, fue escrita en un período de cuatro años aproximadamente y fue estrenada el 2017. Una textura cruda, ruda, dura y violenta da sustento a las palabras de Leila, Suzuki, Beyoncé y el maricón Lucho. Sus voces son las voces de las y los excluidos, las travestis y el maricón. Un universo plagado de transas en las esquinas, en el que se vende la tele para comprar cocaína, riñas callejeras por el territorio que, al fin y al cabo, no es de nadie. Se siente en este espacio el odio entre chilenas, colombianas, ecuatorianas y peruanas; y se patentizan las muertes, muchas muertes que quedan impunes, porque tal como dice Leila, la más rabiosa de las travestis: “Los pacos no van a mover el culo. Pa’ ellos una trava desaparecía no es ni una hueá […] Somos pobres y putas, si no hacemos justicia por nuestras manos, nadie va a hacerla”.
Texto de Maritza Farías Cerpa |
«Imagino que Jean Giono habrá plantado no pocos árboles a lo largo de su vida. Sólo quien ha cavado la tierra para acomodar una raíz o la promesa de ésta podría haber escrito la singularísima narración que es El hombre que plantaba árboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (…) Y ésa es la conclusión: estamos esperando a Elzéard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.»
José Saramago |